miércoles, 30 de abril de 2014

Sonaja de Guaje o Maraca

La SONAJA DE GUAJE es un recipiente cerrado que contiene elementos percutores interiores; en algunos casos presentan un cascarón cerrado, recubierto de elementos percutores externos, según se aprecia.

En México, encontramos instrumentos de sacudimiento por percusión interna, fabricados en diversos materiales:

-Sonaja de tabachín, arbusto de la familia de las orquidáceas, cuyo fruto presenta la forma de una vaina. Para sacarle sonido es necesario dejarla secar al sol y posteriormente sacudirla hasta que la semilla interior se desprenda.

-Sonaja de guaje o bule, manufacturada de una leguminosa cucurbitácea, que presenta diversas formas y tamaños. Para su fabricación se requiere extraerle la semilla y pulpa interiores hasta dejar el cascarón y llenarlo nuevamente con otras semillas que le dan una mejor sonoridad. En algunos casos se le adapta un mango, para facilitar su ejecución.

-Sonaja de madera, considerada el prototipo de la “maraca” latinoamericana. En México se fabrica de una planta erisácea conocida como “madroño”. La sonaja es de forma esférica u ovoide; está constituida por dos piezas, el mango y la cabeza. Algunos artesanos suelen empotrar el mango de madera, utilizando fibras de mimbre.

-Sonaja de metal, fabricada generalmente de lámina; presentan las formas más variadas (cónicas sencillas, cónicas dobles, cilíndricas o esféricas). Algunas presentan orificios, los cuales sirven para que el aire penetre ayudando así al ejecutante a percibir el peso y la dirección en el desplazamiento de la semilla interior.

-Sonaja de barro, la encontramos principalmente en las culturas preclásicas, manufacturadas en arcilla fina clara, café, moteada o roja bruñida. En cuanto a su forma se clasifican en zoomorfas, antropomorfas, o bien esféricas con grabados y orificios.


En lo que se refiere a las “semillas” para la sonaja, elementos percutidos que la sonaja lleva en su interior, son las que determinan su timbre característico: las semillas más voluminosas propician una gran sonoridad, siempre y cuando sean de textura consistente, mientras que las semillas más pequeñas dan un timbre e intensidad diferentes. Las “semillas” son piedrecillas de canto de río, arena de río, arroz, maíz, granalla, guijarros, conchitas de moluscos, huesos de pequeños frutos o bien elementos de fabrica, como balines y municiones. El elemento percutor debe ser consistente y se procura, por lo general, establecer un equilibrio de materiales tanto para la caja de resonancia, como para los elementos de percusión interna, de tal manera que no se destruyan.

Fuente del artículo: http://sonidosdelorigen.over-blog.com/article-sonajas--43213923.html



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